Los nuevos materiales que acercan las obras del futuro

hidrocerámica

Los nuevos materiales, fruto de la investigación en I+D+i traen al sector de la construcción, nuevas soluciones y revolucionarias formas de construir.

Ladrillos capaces de aclimatar inteligentemente los interiores, que sirven para generar energía o que absorben la contaminación; materiales que se reparan solos, muros con capacidad de redirigir la luz hacia el interior reduciendo el gasto en iluminación artiicial o que con sistemas sofisticados de ventilación hacen las veces de aire acondicionado. Estas son solo algunas de las numerosas investigaciones que, van irrumpiendo en el panorama de la construcción se están gestando y que se proponen revolucionar el sector de la construcción y la arquitectura. Muchas de ellas con sello español.

Sin ir más lejos en el Laboratorio de Adhesión y Adhesivos de la Universidad de Alicante un grupo de investigadores ha desarrollado un material polimérico flexible capaz de autorrepararse. Se trata de un tipo de resina transparente y tiene la asombrosa propiedad de repararse por sí solo. Por ejemplo, si se corta por la mitad y se pone en contacto de nuevo, tras unos segundos, se vuelve a unir, sin necesidad de utilizar ninguna fuente externa. Además, tiene ‘memoria morfológica’ y aunque se aplaste o se manipule recupera su forma original en pocos segundos. Este material tiene varias aplicaciones en diferentes campos como el de la medicina, la cosmética, la industria aeroespacial, la automoción y la construcción.

Otra referencia española es el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) que ha desarrollado cinco alternativas para climatizar espacios con materiales y sistemas inteligentes para edificios, como la hidrocerámica que consiste en un sistema de fachada hecho con paneles de arcilla e hidrogel capaz de enfriar interiores de edificios hasta cinco grados con una temperatura exterior alta (de 35 grados).

“Las cápsulas de hidrogel tienen una capacidad para absorber hasta 500 veces su propio peso en agua para crear un sistema de construcción que respire mediante evaporación y transpiración”

Esta solución permite reducir más de un 25% el uso de aire acondicionado.  “Está en una fase inicial…” reconoce, pero al ser una solución barata y de bajo coste aseguran tener ya empresas interesadas en aplicar este desarrollo, señala la directora académica del IAAC y responsable de los proyectos, Areti Markopoulou.

A diferencia de la hidrocerámica, Hydromembrane y Breathing Skin (piel que respira, en inglés) se basan en compuestos hechos con finas membranas y tejidos inteligentes que actúan como una segunda piel “respiratoria” para edificios, capaces de autorregular la humedad y el clima de espacios interiores y exteriores. Todos estos sistemas utilizan materiales que tienen una alta capacidad de absorción del agua, que posteriormente se libera por evaporación creando un efecto de enfriamiento en entornos cálidos. Por ejemplo, Breathing Skin absorbe hasta 300 veces su volumen en agua en un corto periodo de tiempo gracias al poliacrilato de sodio, un polímero superabsorbente.

Por su parte, en el IAAC están trabajando en una tecnología emergente llamada biofotovoltaica que utiliza el proceso natural de fotosíntesis del musgo para generar energía eléctrica. Es un sistema de fachadas ecológicas que tiene como objetivo explorar cómo el musgo podría ser utilizado como fuente de energía renovable. Otra de sus investigaciones se centra en el uso del ladrillo y la arcilla mezclado con grafeno para calentar el interior de los espacios.

Todo es mejor con grafeno

Este material que tantas y tantas noticias ha generado en el mundo de las nuevas tecnologías está irrumpiento también en el mundo de la construcción, concretamente de la mano de una empresa española, Graphenano.

Esta empresa ha creado un nuevo hormigón que mejora las características de durabilidad y resistencia. De media, el grafeno  incrementa un 30% la resistencia del hormigón por lo que se puede reducir la cantidad del mismo, incluso de acero siendo esto un ahorro de un 10% en el presupuesto de estructura.

También el ladrillo puede ser mejorado con grafeno, en este caso, en lo referente a la absorción de particulas contaminantes. La idea se llama Breathe Brick, bautizado así por su creadora Carmen Trudell, fundadora de Both Landscape and Architecture y profesora asistente en la Escuela de Arquitectura de Cal Poly San Luis Obispo.