El premio Pritzker es el galardón más prestigioso en el campo de la arquitectura. En esta ocasión, se reconoció una trayectoria artística que aúna con gran destreza  lo local y lo cosmopolita; lo tradicional y lo vanguardista. Esta fusión, tan poco convencional en la arquitectura, es el ADN de estos tres arquitectos. Y es que, si por algo se definen, es por la reivindicación de las raíces como base y esencia de cualquier proyecto. De hecho, la mayor parte de su trabajo la han desarrollado en su localidad natal de Olot (Girona). Rodeados de un paisaje volcánico que podría ser en sí mismo una obra de arte.

En armonía con la naturaleza

No obstante, hay más factores que están presentes en sus obras. Como un arte que busca la belleza más pura, su arquitectura está profundamente conectada con el paisaje. Es por ello que el respeto por el entorno no es un tema en absoluto baladí para ellos. La integración con el lugar de la construcción, y el uso de determinados materiales reciclados como vidrios, plásticos o aceros, los sitúan como un referente también en arquitectura sostenible.

Sostenibilidad que no se entiende sin esa concepción de la arquitectura como un arte, como una poesía. Y esto lo consiguen haciendo del entorno su principal premisa para cualquier proyecto. La naturaleza como principal fuente de belleza. Así es la arquitectura de RCR.

Un referente que muestra el camino

En Construcciones Valfresno creemos que estos arquitectos son merecedores de tal premio, un referente al que ya no pocos arquitectos y constructores se suman. La apuesta por la utilización de materiales nobles, originarios del entorno así como el uso cada vez mas eficiente de materiales reciclables (y reciclados) es la apuesta por un mundo mas sostenible.

En Sierra de Gata, El Rebollar, Hurdes y limítrofes, la arquitectura tradicional aun tiene una presencia destacada, pero como constructores, debemos, queremos y tratamos de salvaguardar este concepto de construcción y redoblar esfuerzos en dar el protagonismo que nunca debió perder.